- Meta está desarrollando sus lentes inteligentes Aria Gen 2, repletas de sensores y funciones de inteligencia artificial.
- Los lentes inteligentes pueden seguir la mirada, el movimiento e incluso el ritmo cardíaco para medir lo que ocurre a tu alrededor y lo que sientes al respecto.
- Los lentes inteligentes se utilizan actualmente para ayudar a los investigadores a entrenar robots y crear mejores sistemas de inteligencia artificial que podrían incorporarse a las gafas inteligentes de los consumidores.
Sin duda, los lentes inteligentes "Ray-Ban Meta" llegaron para cambiar la forma en la que vemos y si bien son relativamente nuevos, parece que la compañía ya está trabajando en una actualización: Aria Gen 2.
A diferencia de las Ray-Ban, estos lentes inteligentes sólo tienen fines de investigación, por ahora, pero cuentan con suficientes sensores, cámaras y capacidad de procesamiento que parece inevitable que parte de lo que Meta aprenda de ellas se incorpore a futuros wearables.
Las herramientas de nivel de investigación del Proyecto Aria, como los nuevos lentes inteligentes, son utilizadas por personas que trabajan en visión por ordenador, robótica o cualquier híbrido relevante de IA contextual y neurociencia que llame la atención de Meta. La idea para los desarrolladores es utilizar estos lentes para idear métodos más eficaces para enseñar a las máquinas a navegar, contextualizar e interactuar con el mundo.
Los primeros lentes inteligentes Aria salieron en 2020. Los Aria Gen 2 son mucho más avanzadas en hardware y software. Son más ligeros, más precisos, más potentes y se parecen mucho más a los lentes de toda la vida, aunque no se confundirían con unos lentes normales.
Las cuatro cámaras de visión computerizada pueden ver un arco de 80° a tu alrededor y medir la profundidad y la distancia relativa, por lo que pueden decirte a qué distancia está tu taza de café del teclado o hacia dónde se dirige el tren de aterrizaje de un dron. Esto es sólo el principio del equipamiento sensorial de los lentes, que incluye un sensor de luz ambiental con modo ultravioleta, un micrófono de contacto capaz de captar tu voz incluso en entornos ruidosos y un detector de pulso incrustado en la almohadilla nasal que puede estimar tu frecuencia cardiaca.
Los lentes del futuro
También hay mucha tecnología de seguimiento ocular, capaz de saber dónde miras, cuándo parpadeas, cómo cambian tus pupilas y en qué te concentras. Incluso puede realizar un seguimiento de las manos y medir el movimiento de las articulaciones, lo que podría ayudar a entrenar robots o a aprender gestos. Combinadas, los lentes pueden averiguar qué estás mirando, cómo sostienes un objeto y si lo que estás viendo está haciendo que aumente tu ritmo cardíaco debido a una reacción emocional. Si estás sujetando un huevo y ves a tu enemigo acérrimo, la inteligencia artificial podría averiguar que quieres lanzarle el huevo y ayudarte a apuntar con precisión.
Como ya se ha dicho, se trata de herramientas de investigación. No están a la venta para los consumidores, y Meta no ha dicho si lo estarán algún día. Los investigadores tienen que solicitar acceso, y se espera que la empresa empiece a aceptar solicitudes a finales de este año.
Pero las implicaciones son mucho mayores. Los planes de Meta para los lentes inteligentes van mucho más allá de comprobar si hay mensajes. Quieren vincular las interacciones humanas con el mundo real a las máquinas, enseñándoles a hacer lo mismo. En teoría, esos robots podrían mirar, escuchar e interpretar el mundo que les rodea como lo hacen los humanos.
No va a ocurrir mañana, pero los lentes inteligentes Aria Gen 2 demuestran que está mucho más cerca de lo que crees. Y probablemente sea sólo cuestión de tiempo que alguna versión de las Aria Gen 2 acabe a la venta para el ciudadano de a pie. Tendrás ese potente cerebro de inteligencia artificial sentado en tu cara, recordando dónde dejaste las llaves y enviando a un robot a recogerlas por ti.
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